Ir al contenido principal

Dominio y Control: De Le Corbusier a Jane Jacobs


Controlar la naturaleza


Terreno: Terrain, Parterre, terrestre, terra firma, tureen – terrier. Terrace. Terra

Terra: Tersa (tierra seca) Thersethai (secado, suelo cocido por el sol) Terse

Terse: Neat, conciso, abreviado, Limpio y seco, wipped off.


Todas variables de tierra que nos llevan a pensar en la apropiación del terreno habitable como algo que se seca, que se le roba a la naturaleza, en algunos casos arrebatándole espacio al agua. Esto nos lleva a la idea de reconstrucción del paisaje, en este caso del paisaje natural antes de la intervención del hombre.


Ilustración 26: Fundación Suiza en la ciudad universitaria de París.

El análisis que hace Le Corbusier a la ciudad no es algo que haya surgido luego de años de práctica arquitectónica, es la observación rigurosa de la ciudad, los intercambios y relaciones de esta con sus habitantes y ellos con la naturaleza. Ya desde 1910 (a sus 23 años) empieza sus escritos de ciudad recopilados en “La construction des Villes” organizados en ensayos que claramente tiene como base los escritos de Sitte y su “Der Stadtebau” o como es conocida aquí: la Construcción estética de las ciudades.


Ilustración 27: Unité de Marsella, LC 1952. FLC

Así que la ciudad no es algo ajeno para LC que desde 1907 cuando empieza su viaje a Oriente es contratado para hacer algunas crónicas y dibujos de ciudad que luego publicará en sus libros como apartes o reforzando sus teorías.

Esta técnica nueva: La construcción en altura, provista de sus circulaciones verticales, substituye a esta técnica desastrosa: la construcción dispersa y sus circulaciones horizontales infinitas [1]

Así nace su ciudad verde vertical, en la que libera el piso de acceso para permitir que la naturaleza entre en contacto con el edificio y pueda subir a su “jardín” en la cubierta.

Si bien la relación Arquitectura/Naturaleza no es del todo natural en Le Corbusier, que en algunas de sus cartas y escritos ataca sin piedad y habla de la casa como refugio del hombre ante lo salvaje e indomable de la naturaleza: Vientos, lluvia, animales… es probable que a lo largo del tiempo haya hecho una tregua y se empiece a ver, como en la ilustración que acompaña estas líneas, algunos esbozos de contacto con la tierra, de transición entre lo público y lo privado de cada ser:

La relación que establecen edificio y ciudad a través de la planta baja no es un tema menor, aunque hoy en día frecuentemente sea tratado como tal. Las causas podemos encontrarlas en un creciente desinterés de nuestra sociedad por lo público o en el progresivo abandono de lo colectivo, que inevitablemente comparta la desconsideración hacia estos factores. En consecuencia y a pesar de su importancia las cuestiones que se derivan de dicha relación son frecuentemente maltratadas o simplemente ignoradas. Una actitud atenta a descubrir y predispuesta a entender los acontecimientos que suceden en el contacto con el suelo, transforma las peculiaridades del lugar en cómplices. [2]

Una buena aproximación sin duda, pero como diría Jane Jacobs, que cansada de la poca o nula cordialidad de su ciudad, escribe un tratado sobre lo que debe, para ella, primar en el diseño de un espacio urbano. “Se toma lo individual como proyecto colectivo en donde el ser no está buscando el mejor espacio sino el, en su ritual cotidiano encontrar la esencia de la ciudad. Exalta el peligro de las calles vacías, inseguras y el valor de las aceras para contrarrestar esta situación: humilde, sin ser de adrede ni aleatorio como muchos parecen, los andenes son un pequeño cambio del que la riqueza citadina de la vida pública puede crecer.”[3]

Control social sobre los espacios libres, que tanto se le critican a Corbusier puede ser la respuesta a la problemática de las intervenciones modernas. Pero cómo se logra esto? Jacobs plantea diversidad, pequeños espacios que congreguen a los habitantes de la zona y bloques de edificios pequeños.

La naturaleza es hostil, el edificio es el límite entre el hombre y la naturaleza. No hay “control social“, el control lo hace el edificio.


--------------------------------------------------------
[1] Le Corbusier en El Urbanismo de los tres establecimientos humanos, pag 116

[2] Ravetllat, Pere Joan. La planta baja: una intersección entre el edificio y la ciudad. DPA 21 – Cota Cero, pág. 31

[3] Cita tomada de la presentación de Ethan Kent - PPS en el foro de parques del 2007, IDRD

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cota Cero: primera definición

Cota cero es un término encontrado en la Revista DPA 21 con el mismo nombre [1] y se refiere a la superficie que, entre los 6.00m y -6.00m, vincula la ciudad con todos y cada uno de los edificios y lugares que la componen.  Este espacio que se encuentra en el suelo, conecta la primera planta o planta de acceso del edificio (vivienda, equipamiento, comercio, servicio) con la ciudad y relaciona lo público y lo privado; se puede desarrollar en varios niveles ganando espacio para lo público protegiendo el espacio privado.  Esta apropiación del territorio, con el manejo integrado de la relación público – privado permite el control visual de todos los puntos y relaciona la ciudad con el paisaje mejorando la calidad espacial de las ciudades. Es un nuevo modelo de crecimiento urbano basado en la sostenibilidad ambiental y en la recalificación de los espacios urbanos centrales que permiten conectar la ciu­dad y darle un nuevo centro.   Ilustración 1: Corte esquemático representando l

Revolución arquitectónica 2027

El edificio de Arquitectura (ya inexistente) de la Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotá Empecemos a transformar las ciudades! La arquitectura, como se ha visto en los últimos tiempos, no obedece a un claro y juicioso estudio del lugar y los materiales si no a la simple emoción de un trazo hecho mientras se revisan las revistas de moda. Cuántas veces en la Facultad no se hicieron proyectos viendo las últimas creaciones de los nuevos arquitectos y se copió la imagen mas no la esencia de la arquitectura de los mejores? Técnica y tradición iban de la mano siempre,  el arquitecto era ese personaje casi mágico que todo lo sabía y tenía un buen lugar, casi el mejor, en la sociedad (Hitler tenía a su lado no estrategas de guerra, si no arquitectos) y ahora, gracias a que se olvidaron todas las buenas enseñanzas de los grandes maestros somos sólo una mancha que no hace nada por la ciudad más que mediocre arquitectura "de autor" y vías con andenes grises y duros. E